Por Bruja mística
“Annabeth” es el apodo de una joven activista de 21 años, perteneciente a la Coalición Universitaria de Estelí CUE y la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia CUDJ; quien recientemente ha utilizado las redes sociales para generar reportes ciudadanos sobre los acontecimientos en Nicaragua desde abril 2018.
Ahora, desde un nuevo personaje, realiza denuncias públicas y actualizaciones sobre el estado de sus compañeros presos políticos; “no dejen que les digan que no pueden cambiar el mundo desde una plataforma digital, cuando ya lo hemos visto cambiar”, puntualiza con su mirada característica que se enmarca junto a su cabello color azabache.
¿Qué tipos de obstáculos has encontrado durante el ejercicio de tus funciones como activista?
Uno de los principales obstáculos es hacer llegar información importante a las personas, pues si la gente prefiere leer artículos donde involucren discusiones, chismes o cosas negativas (…) dejan a un lado la información que construye e instruye.
Asimismo, otro obstáculo ha sido mantener una “doble vida”, tener que trabajar y vivir mi activismo bajo un seudónimo y mantener el bajo perfil, por el riesgo que implica en nuestro país denunciar las arbitrariedades y exigir el respeto de nuestros derechos; riesgo que no solo me afecta a mí, sino que puede afectar mis personas cercanas.
¿Qué red social es la que más ocupás en materia de
activismo? ¿Por qué las has incorporado en este contexto?
La que más utilizo es Twitter; su formato de pocos caracteres e información inmediata hace que llegue a más personas en poco tiempo.
Esto porque es común que, al ver publicaciones con mucho texto, las personas no se interesen tanto por leerlas, en Twitter podés hacerles llegar el mensaje que querés transmitir y si tienen interés van a indagar más al respecto.
¿Qué importancia han tenido las redes sociales en tu activismo?
En un contexto en el que salir a la calle es un delito, y ahora por cuestiones de salud es preferible evitar espacios físicos con más personas: las redes me han ayudado a denunciar las arbitrariedades cometidas por el Estado de Nicaragua y que las personas puedan leerme al instante, permitiendo alzar mi voz y la de otras personas que no pueden hacerlo para que llegue a las personas que tienen a mano un dispositivo electrónico sin importar qué tan lejos estén.
¿Qué expresiones de violencia digital surgen en el activismo digital?
En lo personal nunca sufrí violencia desde que hago uso de mi seudónimo. Pero en una ocasión, cuando aún usaba mi nombre real, una persona afín al gobierno compartió lo que yo había expresado, poniendo en riesgo mi seguridad y la de mi familia y llegando mi nombre a otras personas del partido que se dedican a denigrar y atacar a quienes no comparten su ideología. Es por esto que comencé a usar mi seudónimo.
El asedio en redes es constante para otras compañeras, a quienes atacan por su manera de pensar, denigrando su físico, situación económica, amenazando a su familia y ataques psicológicos.
¿Qué mecanismos de seguridad has utilizado y recomendás para jóvenes políticamente activas que usan redes sociales?
No revelar datos personales importantes. Puede que parezca exagerado, pero compartir tu ubicación, los lugares que frecuentas vos o tu familia, pueden ponerles en riesgo porque no sabes quién puede estar detrás de la pantalla con la única intención de perjudicarte.
¿Qué mensaje les darías a otras mujeres activistas que deciden usar las redes sociales como mecanismo de denuncia pública?
Que sigan haciéndolo, cuidándose, claro. Pero no dejen de alzar su voz, de luchar por lo que creen justo, de exigir el respeto de sus derechos y el de otras personas que no pueden hacerlo y que confían en ustedes para ayudar a que se cumplan.
No dejen que otras personas les digan que su trabajo es menos válido por encontrarse detrás de una pantalla; su trabajo es noble e igual de válido que otros y estoy muy orgullosa que a pesar de las críticas sigan adelante.
